Perder el miedo al doctor gracias a la colaboración de Rosi.
Rosi explica a los alumnos y ellos juegan a ser médicos.
Es inevitable para muchos niños tener miedo a la consulta del pediatra. Enfrentarse a una simple exploración puede ser una experiencia terrorífica para ellos. Es lógico que tengan miedo. También los adultos tememos a lo desconocido. ¿Quién osaría entrar en una tupida jungla sin protección, sin experiencia, sin un guía…? El miedo a lo ignoto es natural, lo importante es aprender a superarlo.
Una de las maneras de perder el miedo a la bata blanca es hacer que los niños se familiaricen con ella. Así, si juegan a ser médicos o enfermeros están reproduciendo el escenario que más tarde encontrarán cuando acudan el centro de salud.
Los días cinco y seis de noviembre tuvimos la suerte de compartir los conocimientos y la experiencia de Rosi, enfermera del Hospital Universitario, pero además madre de alumno del centro.
La actividad coincide con la unidad didáctica que planificaron las profesoras del nivel de educación infantil de 4 años «Doctor Sanasana» que persigue el objetivo de dar a conocer el cuerpo. Es una más de las tareas en torno al cuerpo humano, pero también la que más han disfrutado.
La aportación de la mamá ha sido un éxito. Los alumnos se han divertido aprendiendo como una «auténtica profesional» trabaja en su entorno hospitalario, pero además también han aprendido a perder el miedo al doctor.
Todos los niños atentos a las explicaciones.
Rosi les ha mostrado los distintos procedimientos de exploración que los pediatras realizan a sus pequeños pacientes. Todo ello para conseguir crecer muy sanos. Les ha enseñado a no temer los pequeños accidentes. Las heridas se sanan fácilmente. Para ello ha simulado curar heridas, aplicar apósitos y vendajes, ¡incluso poner escayolas!
Durante la unidad «Doctor Sanasana» los alumnos han tenido que exponer la parte del cuerpo que les había sido asignada. Muchas de sus pequeñas explicaciones han sido muy originales. Intentaremos hacérselas llegar a través de nuestra web y redes sociales.
Sin duda, la colaboración de madres como Rosi enriquecen la formación de nuestros hijos. Queremos agradecer doblemente su aportación: por un lado por ayudar a perder el miedo al doctor haciendo posible que los niños apliquen los conocimientos y experimenten con la realidad. Por otro lado, por su trabajo cuidando de la salud de todos nosotros de manera abnegada y profesional.