Todavía recuerdo cómo mi madre le decía a mi padre: tu hijo va a ser maestro de mayor. ¡Y qué gran razón tenía mi madre!
Hace siete años tuve mi primer contacto con la familia Echeyde. Fue haciendo las prácticas de mi primera carrera en Echeyde II, y no, no fue magisterio. Qué bien me trataron en ese colegio. Aún recuerdo a mi tutora de prácticas con mucha nostalgia.
Fue tal el afán por querer ser maestro, y de querer formar parte de la enseñanza que, dos cursos después, comencé a compaginar mis estudios de Magisterio con las actividades extraescolares en el Echeyde III.
Los años fueron pasando y tanto el personal docente y no docente (limpieza, cocina, monitoras/es… TODOS), así como las familias, me trataban de maravilla y de eso, jamás me olvidaré. Disfruté muchísimo esos años.
Conocí compañeros monitores inolvidables, que se convirtieron en amigos y amigas que, a día de hoy, ya son parte de mí. ¡Yo también era ya de la familia Echeyde!
Un día, después de cuatro cursos trabajando en las actividades extraescolares, y ya haber terminado Magisterio, me suena el teléfono. ¡Tenía una sustitución como Maestro de Primaria, y no me lo podía creer! Aún sigo recordando ese día como si fuera ayer. Fue un momento de muchas emociones y muchos nervios: por saber cómo me iría, por conocer a los peques, por conocer a mis compañeros, y porque era mi primera vez como maestro, y no me lo podía creer.
En este colegio hemos trabajado duro. Los docentes nos dejamos la piel día a día, pero también reímos y nos emocionamos, cuando hacemos nuestras celebraciones, con nuestras fiestas, con nuestras tradiciones. Eso, también es Echeyde. Pero sobre todo enseñamos, y lo hacemos con pasión. Y sí, esto también lo he aprendido aquí. Aquí se enseña con sentimiento. Aquí se enseña desde el corazón.
Hoy en día escribo siendo tutor de 1º de Primaria en el Echeyde III, y estoy muy orgulloso de pertenecer a esta GRAN familia. Porque sí, eso es lo que somos.
De corazón, gracias.
Yeray Martín Medina
Tutor de 1º de Educación Primaria Echeyde III