La Navidad es una época mágica llena de luces y celebraciones, pero también el momento perfecto para fortalecer los vínculos familiares y sembrar el amor por la lectura y la escritura en los más pequeños. Desde una perspectiva pedagógica, esta temporada la podemos convertir en una oportunidad para desarrollar habilidades lecto-escritoras mientras se transmiten valores esenciales como la creatividad, el respeto y el trabajo en equipo.

Imagina el poder de los cuentos tradicionales (todas esas historias que han pasado de generación en generación) si las convertimos en una herramienta poderosa para conectar con la imaginación infantil.

Este año, proponemos dos retos para las familias: embarcarse en un viaje narrativo diario.

  1. El rincón del cuento familiar: Cada noche, elijan un cuento tradicional o navideño para leer en voz alta. Historias como Caperucita roja, Hansel y Gretel o El soldadito de plomo, La bella durmiente, Cenicienta… pueden abrir la puerta a conversaciones valiosas sobre valores como la empatía, la valentía o la importancia de cuidar nuestro entorno. A continuación, se puede reflexionar y dialogar: Tras la lectura, pueden dedicar unos minutos para charlar sobre el mensaje del cuento. ¿Qué habríamos hecho nosotros en lugar del protagonista? ¿Qué podríamos aprender del desenlace?
  2. ¿Pero y si reescribes las historias desde otras perspectivas? Para los niños (¡y también los adultos!) la Navidad puede ser el momento ideal para convertirse en pequeños escritores. Una actividad fantástica es tomar los cuentos tradicionales y reimaginarlos desde una perspectiva completamente nueva. Por ejemplo:
  • ¿Qué pasaría si en lugar de un lobo feroz, Caperucita Roja encontrase a una loba veloz que solo quiere ayudarla a llegar más rápido a la casa de la abuelita?
  • ¿Y si descubrimos que los hermanos Grimm eran en realidad especuladores inmobiliarios, interesados en la cabaña de la abuelita para construir un complejo residencial en el bosque?
  • ¿Cómo sería Hansel y Gretel si la casa de chocolate estuviera protegida por un hada buena que enseñara a los niños a cultivar su propio huerto o a cepillarse bien los dientes a diario?

Al proponer estas alternativas, ayudamos a que los niños desarrollen habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad y la escritura narrativa, además de aprender a cuestionar versiones únicas de las historias.

Los beneficios de estos retos familiares, fomentarán la creatividad, pues los niños de descubren nuevas formas de pensar, narrar y resolver problemas, además de desarrollar habilidades lingüísticas: leer, reflexionar y escribir mejora la comprensión lectora, la gramática y el vocabulario. También fortalece los lazos familiares: compartir estos momentos en familia crea recuerdos imborrables.

Finalmente, ¿por qué no dar un paso más y convertir las historias reimaginadas en un libro casero? Cada miembro de la familia puede escribir su versión y añadir ilustraciones. Al final de las vacaciones, las familias tendrán una joya única: Nuestro libro de cuentos navideños reinventados, un testimonio del poder de la imaginación compartida.

Fernando Armas. Profesor de Educación Secundaria en Echeyde Santa Cruz

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