Una granja sirve de colofón a la unidad «La Vaca» que recientemente concluyó el alumnado de 3 años.
No hay mejor aprendizaje que la propia experiencia. Una granja de verdad ha visitado la escuela para que el alumnado pudiera conocer y manipular los animales más comunes que encontramos en las granjas.
La actividad, monitorizada por el profesorado, ahondaba en las diferencias entre animales mamíferos (cabra, oveja, conejos…) y aves (patos, gallinas). A grandes rasgos, el alumnado ha profundizado en aspectos como la alimentación, características morfológicas de unos y otros animales.
También han palpado los cuerpos de los distintos animales para diferenciar las texturas de las especies: diferencia entre plumaje y pelo, por ejemplo. Han comprendido por qué un pato es «palmípedo» y tiene un pico aplanado que usa para filtrar el agua y retener alimentos. Por tanto que los picos de las aves son de una u otra forma dependiendo de la dieta.
Han visto cómo se desarrollan los cuernos de una cabra o de qué manera un cachorro animal se convirte en adulto.
Con la actividad también se ha trabajado la resonsabilidad que conlleva el mantenimiento de un ser vivo: la fragilidad de los pollitos y necesidad de cuidados diarios.
Con todo ello, la temática vista en el aula ha quedado suficientemente trabajada gracias a la aportación de la granja que pudieron disfrutar en esta ocasión.