En la escuela de la actualidad vemos cómo el alumnado se acerca de una manera casi invisible a las nuevas tecnologías. Han nacido con ellas y lo palpan en su día a día. Si algo no está actualizado o no es de última generación no atrae tanto. ¿Ocurre igual con la docencia? ¿Debemos los docentes actualizarnos al igual que la tecnología para no ‘pasar de moda’?

En la asignatura de inglés, los conocidos ‘teachers’, debemos motivar de manera constante a nuestros ‘pupils’ para que estén activos y perceptivos a los contenidos que debemos impartir acorde a las exigencias de las editoriales. He aquí cuando se presenta el dilema de la inclusión o no de metodologías innovadoras tales como el aprendizaje cooperativo, el pensamiento lateral, inteligencias múltiples sumándose incluso los famosos ‘proyectos educativos’. Éstos intentan potenciar en todos sus sentidos la creatividad, la autonomía y el ingenio del individuo, promoviendo así un aprendizaje mucho más significativo y duradero en el tiempo. Se ha comprobado que las inteligencias múltiples ayudan a la hora de enseñar no segregan la inteligencia, sino que, por el contrario, la dividen en varias comprendiendo así mejor la mente humana y sus diversas formas de aprendizaje.

Bajo mi experiencia, el aprendizaje cooperativo es una de las mejores metodologías en mi área. Los peques aprenden de una manera mucho más dinámica antes que siguiendo únicamente el libro. Como bien sabemos, éste último es solo uno más entre los infinitos recursos educativos que existen. Dicho aprendizaje promueve, junto con las mencionadas anteriormente inteligencias múltiples, una forma de enseñar que va más allá del tradicional método autoritario y dirigido que no permite el error o el descubrimiento.

En inglés hay que equivocarse (y mucho) para poder aprender. El cerebro de los peques está procesando una lengua nueva que es completamente distinta a la matera y es por ello que cuanta más motivación, creatividad y flexibilidad posea el proceso de enseñanza-aprendizaje mayor atención dedicará el cerebro de nuestras queridas mini-personitas a ello. Al introducir una enseñanza que haga uso del aprendizaje cooperativo se abren las puertas a una educación equitativa, inclusiva y de calidad. ¿Te apuntas?

Beatriz Pérez Rodríguez. Maestra de Inglés en E2

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