Ser profesor es un trabajo muy gratificante.
Ser profesor es un trabajo muy gratificante, en infantil nuestros pequeños entran llorando e inseguros hasta que pasan unos días y empiezan a quererte, a sonreírte (esas sonrisas no tiene precio).
Es ahí donde se crea un vínculo que durará muchos años, pero en especial esos tres primeros cursos que pasamos en el colegio Echeyde son inolvidables e insustituibles. Hasta que un día llega nuestra fiesta final de graduación y todo nuestro trabajo se ve reflejado en la ilusión y los nervios de los niños que sólo piensan en que les salga bien para que sus papás estén muy contentos.
Para el profesor es un trabajo de muchas horas, todo se hace con muchas ganas y cariño para ver esas caritas ilusionadas con ganas de llegar a primero, de hacerse grandes. Gracias niños por darnos tanto con tan sólo una sonrisa.
Ahora toca disfrutar del verano y no se olviden que en septiembre nos vemos con las mismas ganas e ilusión.
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