Un aprendizaje vivencial y socializador gracias al huerto escolar.
El huerto escolar no es solo una actividad divertida donde el alumnado aprende a plantar y cultivar. Debemos utilizar el recurso para fomentar un aprendizaje vivencial y socializador. Hemos de entenderlo como un espacio dentro del centro para desarrollar capacidades y habilidades en nuestro alumnado con necesidades educativas especiales.
Gracias al huerto escolar estamos contribuyendo a desarrollar la orientación espacio-temporal, la motricidad fina y la exploración multisensorial. Pero además logramos mejorar la socialización, el trabajo en equipo: por ejemplo, respetando los turnos. Igualmente trabajamos valores y actitudes de respeto al medioambiente.
Entre plantas de tomates, lechugas y cilantro los escolares del Aula Enclave y del grupo de 2º C de primaria, compartieron una tarde de aprendizaje y desarrollo de valores.
Desde la identificación de las partes de una planta, sus funciones y cuidados, hasta el desarrollo de valores como la colaboración, la amistad y la tolerancia, estuvieron presentes en esta actividad conjunta, mostrando la importancia del saber: saber hacer y saber ser.
Cabe destacar que el grado de motivación del alumnado, así como la calidad de los aprendizajes vivenciales que se llevan a cabo en el contexto del huerto escolar, nos permite lograr que nuestro objetivos sean perdurables y significativos, capaces de potenciar iniciativas emprendedoras, creativas y solidarias.
¡¡Seguiremos plantando y cosechando juntos!!