En Educación vivimos momentos súper buenos e importantes donde creas vínculos inseparables e inolvidables. En Educación Infantil, que es a lo que yo me dedico, hay veces que pareciera que, con el tiempo, se pueden olvidar de aquellos/as que han pasado por ti.
Por suerte, puedo decir que eso no es así. Tengo alumnos/as que a día de hoy te vienen a ver y te recuerdan con una sonrisa. Pero en este escrito no quiero dirigirme a esos/as alumnos/as que todavía puedo ver. Mis letras van dirigidas a alguien especial que nos dejó este año.
Los/as profes no somos los/as únicos/as que dejamos huellas en nuestros/as peques, hay alumnado o familias que dejan una marca imborrable en nosotros/as. Este es mi caso, empiezas en septiembre con una niña tímida, pero de muy buenos sentimientos, su familia inmejorable, agradecida, participativa y cariñosa. Su hermano un bebé grande de sonrisa inmensa. Pasa el tiempo, la niña se gradúa y el niño comienza en 3 años conmigo, pasamos momentos muy divertidos, tiene un corazón enorme, tanto como su sonrisa. Deja la etapa de infantil y va avanzando en primaria, superando baches que le pone la vida, pero jamás perdiendo su sonrisa. Nadie pensó que fuera él, el que tuviera que hacer frente a un dardo cruel.
Llegado el momento nos dio una lección de vida a todos los que lo queríamos. Su templanza, tranquilidad, saber estar y sobre todo, su sonrisa, facilitó cada una de las trabas que encontró en su camino. Aunque ahora no estás, te puedo asegurar que aún te veo en la cara de tus compis o en la sonrisa que ponemos los/as profes que te ayudaron a crecer al recordarte. Y, por su puesto, en la carita de tu hermana y de tu padre, que reflejan tu energía.
Nadie está preparado para una pérdida, pero sólo se va aquel que se olvida; y nosotros, tus profes, tus compis, en definitiva tu cole, NO TE OLVIDA.
¡SIGUE BRILLANDO, PORQUE CADA NOCHE SEGUIMOS TU RASTRO!
Lorena González Delgado
Tutora de Educación Infantil en Echeyde III