Nuestra sociedad actual exige un proceso de adaptación continua del sistema educativo. Educar en la actualidad exige mucho más que transmitir conocimientos. Implica desarrollar competencias que favorezcan la integración personal, social y laboral de nuestro alumnado en un contexto social en constante evolución, donde la convivencia es clave para el éxito del proceso. De esta manera, es imprescindible dotar a los centros educativos de las herramientas necesarias para asegurar el éxito en este proceso. En este sentido a partir de este curso escolar, todos los centros educativos contarán obligatoriamente con una nueva figura: el coordinador para el bienestar y la protección del alumnado. Su implementación surge con la finalidad de garantizar los derechos fundamentales de la infancia y la adolescencia.
Proporcionar al alumnado bienestar emocional, actuar en programas de prevención y estar al lado del alumnado en situaciones que puedan alterar su salud física, mental y social, son algunas de las funciones de este nuevo coordinador.
La presencia de esta figura en los centros educativos supone un claro avance hacia un sistema educativo en el que se proteja a todos los niñas, niñas y adolescentes, con independencia de cualquier otra consideración, en el que se satisfagan sus necesidades, se defiendan sus derechos y en el que ellos y ellas tengan voz.
Ya están las bases puestas, ahora queda un precioso e ilusionante camino que recorrer: “crear un vínculo de apego seguro y de confianza con el alumnado, para que recurran a esta nueva figura cuando necesiten ayuda o se sientan en situaciones emocionales desfavorables”.
Roberto Machín Casañas
Coordinador para el bienestar y protección del alumnado en el CPEIPS Echeyde II