Hoy se celebra el Día Internacional de la música, una forma de expresión artística tan presente en nuestras vidas y que nos proporciona un sinfín de superpoderes, tal y como les suelo decir a mis alumnos y alumnas. Así mismo, me gustaría introducir esta entrada al blog con una anécdota vivida en el aula y protagonizada, como no puede ser de otra forma, por los mayores artistas del centro, los niños y las niñas.

Hace unos días, uno de ellos me preguntó que para qué aprendíamos música, a lo que otro contestó directamente: A ver, es que la música lo es todo: es Matemáticas, Educación Física, Plástica, Lengua… Con tal respuesta, se introduce de forma idónea el papel transversal que posee la Educación Musical en la escuela.

La música constituye un hilo conductor sobre el cual poder trabajar de una forma motivadora todas las materias del currículum, pues esta se vincula con la estimulación del hemisferio izquierdo del cerebro, encargado de todo lo relacionado con la lógica, habilidades comunicativas, el lenguaje y los números.

Al nacer venimos preparados para aprender de los sonidos, aspecto fundamental de la música, imitándolos y modulándolos progresivamente hasta ir generando el lenguaje. De tal forma, cuando introducimos el lenguaje musical e instrumental, favorecemos la capacidad de aprender nuevos idiomas, beneficiando la memoria, la perseverancia y la coordinación, pues al hacer una lectura musical se debe traducir esta última en movimientos físicos al tocar el instrumento. Además, al escuchar ritmos y melodías se beneficia el desarrollo de la escucha activa, el saber escuchar ¡Qué habilidad tan necesaria para aprender a ser personas! Bajo mi punto de vista, el gran reto de la escuela actual.

Sin embargo, a pesar de todos estos superpoderes, considero, que el poder más importante es el cómo puede la música influir en nosotros, como docentes, y en nuestros estudiantes, el poder de la emoción, la capacidad de sumergirse de forma tan directa en el interior. Sin duda, si tuviera que destacar lo que más me gusta de mi trabajo es, percibir como el alumnado siente la música, es algo mágico.

Espero que sigamos haciendo magia a través de la música, hoy y todos los días, es necesario que aprovechemos todos sus poderes.

Kiara Reyes Beltrán, Maestra de Música de Infantil y Primaria en el Echeyde III.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información sobre las cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Ir al contenido