Mucho se ha escrito sobre el corazón del ser humano. Científicos, médicos, poetas…incluso Bisbal “con el boom boom boom de su corazón”. Innumerables estudios hablan acerca de su composición anatómica, de hecho, hay artistas que han asignado un tipo de corazón a cada profesión, pero, ¿por qué quiero relacionar mi experiencia de prácticas en el Echeyde con el corazón? Precisamente lo hago porque fue allí donde mi corazón empezó a latir diferente, fue en mis prácticas en el centro donde ratifiqué el amor que siento por la que será mi profesión.
A punto de acabar la carrera es cuando consigo entender que el “boom boom” de un profesor es diferente…es en mi último año de formación, rodeada de muchos latidos docentes, cuando puedo corroborar que el corazón de los profesores tiene otro ritmo…otra fuerza. Se encargan de bombear la información y hacen que llegue a todos los rincones del organismo, se preocupan por las revoluciones del resto de corazones y trabajan de la mano para que su latir retumbe en cada alumno. Ellos y ellas, que son un poco detectives, enfermeros y mecánicos multitarea, son todo CORAZÓN.
Esta se ha convertido en una de las experiencias más significativas de mi vida como docente y sé, con plena confianza, que cada maestro del Echeyde III tiene un corazón con muchas capas empapadas de experiencia y amor que han revolucionado mi cardiograma de “casi profe”. Sin poder prometer que regresaré, puedo decir que acabo mis prácticas con un fuerte “boom boom…” de docente.
Irene Mª Antón Ramos. Alumna en prácticas de Educación Primaria en Echeyde III