¿Cuál es el precio del tratamiento de nuestros residuos? ¿Cuánto le cuesta a la administración canaria? Ayer dábamos el dato de 39,60 € por tonelada de residuos tratada por C.A.T.
La pregunta al precio del tratamiento de nuestros residuos, cuánto cuesta al año tratar los residuos a la administración canaria, se desprendió después de nuestra visita al CAT y en base a los datos de toneladas de residuos producidas por los canarios. ¿Pagamos lo justo en nuestros impuestos?.
Cada ciudadano tendría que pagar por el peso de los residuos que genera y que deben tratarse. Lógicamente en este coste no debe contarse el peso de los residuos que separa selectivamente (cartón, envases, pilas, vidrio, etc..) y deposita en contenedores situados en la red viaria.
En Canarias, los Cabildos generalmente desarrollan actividades de gestión (es decir, ejercen competencias) por delegación de los Ayuntamientos.
El Municipio es la entidad local básica de la organización territorial del Estado. Tiene personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. (LRBRL, TITULO II, Artículo 11)
Habitualmente los Ayuntamientos se dedican a gestionar, de forma directa o a través de una empresa concesionaria, los residuos que se depositan en los contenedores situados en la red viaria. A continuación los residuos son transferidos a las instalaciones insulares para su tratamiento (recuperación de materias primas o eliminación en vertedero de la fracción resto).
Debe tenerse en cuenta que de forma obligatoria, en aplicación de la normativa medioambiental vigente, todos los residuos generados en la Isla deben ser tratados con carácter previo a su eliminación en vertedero, intentando recuperar la máxima cantidad de materiales o fracciones para su reciclaje.
Según lo indicado, en el tratamiento de residuos participan dos administraciones locales, Ayuntamientos responsables de la recogida y transferencia de residuos en el municipio y Cabildos, responsables del tratamiento de residuos procedentes de cada uno de los municipios.
El coste del servicio de recogida de la basura y tratamiento de los residuos se divide entre los ciudadanos.
Este coste lo cobra cada Ayuntamiento a cada uno de los ciudadanos a través de una Tasa o Tributo. Para indicar cómo y cuánto se cobra a cada domicilio, cada uno de los Ayuntamientos aprueba y publica una Ordenanza Fiscal.
Por otra parte, como no existe actualmente un contador de kilos de residuos generados por cada domicilio, el cobro de la tasa se realiza de forma que todos los ciudadanos contribuyan solidariamente a asumir el coste de la cantidad total que se genera en todo el municipio.
El coste real para tratar los residuos habría de calcularse pesando lo que se genera en cada domicilio y cobrarse de forma específica por el Ayuntamiento. Además en ese coste debería imputarse los que se generan en la recogida y transferencia realizada por los Ayuntamientos y el tratamiento en infraestructuras insulares realizado por el Cabildo.
Debe indicarse que cuando se transfieren los residuos municipales a las infraestructuras insulares, estos se pesan, por lo que desde el Cabildo se conoce cuánto genera en cada momento cada uno de los municipios de la Isla. Por lo que este coste si que está determinado.
El coste de tratamiento por tonelada, según la ordenanza publicada por el Cabildo en la web www.reste.es, ascienda a 39,60 €, tal y como indicábamos ayer.
Lo importante de estos datos es que, como se cobra por tonelada de residuos tratados, debemos reducir la generación de los mismos (para disminuir su peso y por tanto su coste) separando en origen todo aquel aprovechable (vidrio, envases, aceite, ropa, calzado, papel, etc.) y depositándolo en el correspondiente contenedor.
Además en el plano medioambiental – y teniendo en cuenta que hablamos de la gestión de residuos en una isla – reducimos la cantidad de materiales de desecho a tratar en el CAT y por tanto disminuimos el peso de la fracción resto (aquellos no reutilizables) que finalmente se entierran en la celdas de vertido.
No debemos olvidar que vivimos en una isla y el espacio destinado a enterrar residuos es limitado.